ACUEDUCTO | SAMUEL PONCE
“En mi caso no sería lo que soy si no fuera gracias al pueblo p’urhépecha y lo que aprendí en estas tierras (…) Y hoy lo primero que quiero decirles es: gracias, gracias por haberme recibido hace 42 años; gracias por haberme recibido cuando estuve en campaña y gracias el día de hoy por recibirnos”: Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, en su intervención del pasado viernes en la comunidad indígena de comunidad de Cherán Atzicuirín en Paracho, Michoacán, en el marco del inicio del Plan de Justicia del Pueblo P’urhépecha.
La marcha de las causas perdidas
El pasado viernes, previo a la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, de corte morenista, y del senador emecista Luis Donaldo Colosio Rioja, miles de trabajadoras y trabajadores, integrantes del varios sindicatos y organizaciones, azuzados por sus liderazgos, salieron a las calles para manifestar una diversidad de demandas, disímbolas entre sí.
Sin embargo, una mayoría de los manifestantes no salió a las calles de modus propio, sino que fueron obligados, de manera corporativa, en tanto que el resto, igualmente asistieron forzados, bajo el pretexto de la solidaridad; en ambos casos, las demandas enarboladas son horizontalmente discutibles, en algunos en demasía, que podrían ser derribadas, sin más.
Si, si hay que defender cuando se violentan los derechos laborales, si hay que protestar ante los incumplimientos de los compromisos pactados, de los acuerdos; hay que salir a la calles con peticiones sólidas, prácticamente inatacables, no por intereses de las dirigencias que han sido vulnerados, debido a cambios necesarios del ejercicio público.
Y es que salir a las calles por salir, atropellando, violentando, derechos de terceros que bien podrían inconformarse contra sus victimarios que se dicen víctimas, no debería ser un asunto de juego, menos de carácter político, teniendo en el fondo la conservación de usos y costumbres desfasados y la intocabilidad de los privilegios de quienes se dicen líderes.
Pero, bueno, vayamos a analizar cada una de las principales demandas de dichas organizaciones sindicales u organizaciones para señalar si realmente tienen solidez, la validez que se les quiere otorgar los convocantes a la citada manifestación o las bases carecen de toda la información necesaria para entender si valen la pena o no luchar por ellas o son carne de cañón.
Como se sabe, fue conformada la llamada Unidad de sindicatos y organizaciones sociales del estado de Michoacán, en la cual están incluidos desde trasportistas y galleros hasta profesores y universitarios; esa diversidad hace que sus demandas sean igualmente, pero coinciden en inconformarse, de manera conjunta, ante una serie de cambios en sus respectivos marcos jurídicos y/o usos y costumbres.
Las demandas
Los integrantes de los sindicatos de profesores, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) como del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), realizan movilizaciones, en parte para tratar de unificarse como gremio y en otra parte para que los primeros se les reconozca a los considerados maestros eventuales, lo cual, ha dicho la autoridad educativa no es posible, legalmente.
A su vez, los transportistas pretenden desde ampliación de rutas, en la capital michoacana, como su integración, a su forma, en los proyectos de movilidades del Gobierno de Michoacán, como lo son los teleféricos en Uruapan y en Morelia y el Metrobús que en la urbe moreliana iría de Villas del Pedregal al Obelísco a Lázaro Cárdenas; en las primeras se establece la imposibilidad y en la segunda hay negociaciones.
En el caso de los galleros y taurinos, a través de decretos y de la aprobación de la mayoría de los 40 diputados locales del Congreso del Estado de Michoacán se ha establecida que no hay vuelta atrás para reactivar los palenques y las corridas de toros, debido no solo a la violencia en los animales, sino a que se provocan entre los asistentes. Ambas medidas han sido impulsadas por los morenistas; no habrá marcha atrás.
En los que respecta a los sindicatos de profesores y de empleados de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) o mejor dichos a sus liderazgos se enarbola echar atrás la reciente reforma a su ley orgánica, aduciendo que se verán afectados, laboralmente hablando, lo cual no es cierto, porque sus derechos están a salvo, garantizados, mismos que solo cambiarán para los nuevos trabajadores nicolaitas.
En lo que se refiere a los miembros del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE), bajo la dirigencia de A ntonio Ferreira, su petición es revertir el desarrollo de la implementación del Gobierno digital y que los pagos de servicios gubernamentales se realicen en efectivo, en ventanillas, lo cual, a estas alturas, resulta más que inviable, toda vez que el tema legalmente en irreversible, al ser constitucional
Por su parte, los líderes de las organizaciones sindicales del Poder Judicial del Estado de Michoacán y de una parte de los trabajadores del Gobierno de Morelia, hasta el momento, más por solidaridad que por demandas específicas, de peso, se sitúan en el movimiento del conglomerado denominado Unidad de sindicatos y organizaciones sociales del estado de Michoacán que, como se ve, es de causas más que perdidas.
CANTERAS
Hasta este momento, el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, sigue con su proyecto de ser abanderado independiente a la próximo gubernatura con mayor razón si los morenistas impulsan a Raúl Morón Orozco…
CANTERITA
Toc, toc… Si, fue un buen escarceo en la capital michoacana del emecista Luis Donado Colosio; cierto, nada que preocupar a los guindas, todavía…
GOTEO
A estas alturas, ya podemos visualizar el nombre del venidero titular del Poder Judicial de Michoacán; si, hablamos de Hugo Gama Coria…