Alfredo Soria/ACG – Morelia, Michoacán
En torno de la estatua de Cuauhtémoc, el sonido de los caracoles y los tambores resuenan entre la arboleda del añoso bosque Cuauhtémoc. Un círculo de danzantes se reúne para celebrar el ciclo de la cosecha.
Son integrantes del grupo Coyoltin Ayacaxtli, un calpulli de danza guerrera mexica que desde hace más de una década busca mantener viva la tradición a través del movimiento, el canto y la siembra.
“Más que un grupo, somos una familia espiritual”, explica Yao Gómez. “Compartimos ideales, creencias, un corazón y un pulso hacia la danza, hacia todas esas ceremonias que han prevalecido con el tiempo y que nosotros, como nuevas generaciones, buscamos preservar con respeto y dignidad”.
Su grupo tiene once años de historia en Morelia y realiza prácticas en distintos espacios: en la Casa de la Cultura los sábados por la mañana, en el Bosque Cuauhtémoc los martes y los jueves, y en Pátzcuaro, en el Antiguo Colegio Jesuita.
La ceremonia realizada este día es para celebrar el periodo de la cosecha y dar gracias por la recolección de este año. Comparte que la danza en general la nombra “Danza Guerrera Mexica” o “Danza Prehispánica”.
Una de las que escenificaron hoy corresponde a la danza Tlaollin, que representa la historia de cómo se siembra la semilla del maíz: cómo se pide permiso a la tierra, se siembra la semilla, se abona, se pide por un buen temporal y, finalmente, se realiza la cosecha.
“Además de practicar la danza, también sembramos maíz en nuestras tierras, en los jardines o incluso en las azoteas”, cuenta Gómez.