A su llegada, el deportista afirmó que su nuevo objetivo es convertirse en una pesadilla para sus rivales chinos
Ciudad de México. - Con música de mariachi y aplausos fue recibido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el clavadista Osmar Olvera, quien acaba de consagrarse campeón del mundo en la prueba de trampolín de 3 metros en Singapur. A su llegada, el deportista afirmó que su nuevo objetivo es convertirse en una pesadilla para sus rivales chinos.
"Mi meta a corto plazo es mantener mi nivel y ser una piedra en el camino de los chinos. Quiero que me sueñen todos los días, que no puedan dormir", explicó a los periodistas que acudieron a recibirlo al Aeropuerto de Ciudad de México.
El viernes pasado, el clavadista de 21 años, medallista olímpico de plata en París 2024, se impuso en el Mundial de Deportes Acuáticos Singapur 2025 con 529.55 puntos en el trampolín de 3 metros.
Olvera doblegó a los chinos Yuan Cao, monarca olímpico en Río 2016, y a Zongyuan Wang, que buscaba encadenar en la ciudad asiática su cuarto título universal consecutivo.
Además, Olvera es el segundo mexicano en conquistar una presea dorada en una prueba olímpica en la Copa del Mundo, después de la lograda por Paola Espinosa en Roma 2009.
"Estoy muy contento. La medalla de oro en el Mundial es un sueño hecho realidad, ahora me falta el oro en los Juegos Olímpicos", añadió el deportista, que en Singapur también obtuvo metales de plata en equipos mixtos en plataforma de 3 y 10 metros, trampolín de 1 metro y trampolín de 3 metros sincronizados.
El atleta confirmó que sueña con repetir su hazaña en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, pero para ello necesitará del apoyo de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a quien le pidió subir el sueldo de su entrenadora, la china la china Ma Jin.
"Si en algún momento puedo hablar con la presidenta, le voy a pedir que le suba el sueldo a Ma Jin; ella tiene muchas ofertas, pero yo quiero que se quede", sentenció Olvera.