Madrid, España

La actriz cubana Ana de Armas y Manuel Anido Cuesta, hijastro del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, ocupan la portada de la revista del corazón española ¡Hola!, con una fotografía en la que se les ve paseando juntos por las calles de Madrid, en pleno romance.

“Ana de Armas, descubrimos su nueva ilusión. Miguel Anido, hijastro del presidente de Cuba”, se lee en la revista junto a la foto de la pareja.

Según reveló en exclusiva la revista ¡Hola!, la protagonista de “Blonde” habría terminado su relación con Paul Boukadakis, vicepresidente de Tinder, tras más de tres años juntos, y ahora está iniciando una relación sentimental con Manuel, hijo de un primer matrimonio de Lis Cuesta, la esposa de Díaz-Canel.

Manuel es graduado en Derecho y se desempeña como asesor de su padrastro, a quien ha acompañado en varios viajes internacionales.

Aunque ninguno de los dos ha confirmado públicamente su relación, lo cierto es que la pareja fue vista cenando con amigos a un restaurante de lujo italiano y paseando por Madrid con la mascota de la actriz. Durante este recorrido se mostraron cómplices y se besaron.

Los rumores sobre este romance, que ha desatado polémicas entre los cubanos en Miami, comenzaron seis meses atrás, cuando Alexander Otaola lo destapó en su programa de YouTube.

A muchos observadores les ha llamado la atención cómo este funcionario del gobierno cubano pueda vivir ese romance con una estrella de Hollywood en momentos en que Cuba atraviesa una de sus peores crisis en décadas, con apagones diarios, inflación galopante, falta de medicamento y un transporte precario.

Aunque oficialmente no tiene un cargo público documentado, Manuel Anido Cuesta es presentado por la prensa oficialista como “asesor”, aunque para algunos no es más que un “niñito” mimado por el régimen.

La pregunta que todos se hacen es: ¿con qué dinero financió este funcionario su escapada romántica?

Si este viaje fue pagado con recursos estatales sería un insulto directo a los millones de cubanos que viven en la miseria y si lo sufragó con dinero propio surge una duda inevitable: ¿cómo un funcionario cubano, con un sueldo acorde a la “austeridad socialista”, puede permitirse viajes internacionales, cenas en Madrid y la vida de un ‘playboy’ europeo?