En el año de 1991, nuestra ciudad de Morelia fue declarada por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad

Gustavo Martínez

Amigo Carlos, no sabes el gusto que me dio saber de ti, pero sobre todo recibir la noticia de que te gustaría venir a visitar Morelia, me divierte que me hagas la pregunta: ¿Hay algo de importancia que ver en tu ciudad?  Conociendo que eres una persona muy culta, me siento feliz de contestar a tu pregunta ¡Claro que hay mucho que ver!

Amigo, Morelia recientemente ha cumplido nada menos que 484 años de fundada, fue una ciudad planeada y construida por y para Españoles, se escogió este valle por estar rodeado de dos ríos y por su clima templado, además de escoger una loma chata y alargada llamada “Guayangareo”.

Valladolid fue una de las  ciudades virreinales más importantes de la Nueva España, y actualmente es una de las ciudades con mayor número de edificios catalogados como de gran importancia arquitectónica e histórica, cuenta con aproximadamente 1,100; solo el centro histórico de la ciudad de México cuenta con más.

El estilo predominante de sus construcciones es el “Barroco Tablereado” ya también conocido como “Barroco Moreliano”, aunque también cuenta con edificios Neoclásicos, Neogóticos, Art Noveau y Art Deco.

En el año de 1991, nuestra ciudad de Morelia fue declarada por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad.

Será para mí muy grato, llevarte a visitar su majestuosa Catedral, la cual tardó 84 años en ser construida. Fue diseñada por el gran arquitecto Italiano Vicenso Barroquio de la Escayola. Es la única catedral en México con su fachada principal orientada hacia el Norte. Sus altas torres miden casi 67 metros de altura. A ti que disfrutas tanto del arte sacro, te va a encantar conocer el valioso manifestador y la pila bautismal. Obras monumentales de orfebrería en plata y oro, ambas del siglo XVIII.

El Cristo de “pasta de caña” de su sacristía es único, elaborado en esa ancestral técnica Purépecha en el siglo XVI.

Ojalá fuera posible que escucharas al maravilloso órgano monumental con sus más de 4,600 flautas, fabricado en Alemania en 1906 y al cual se le dio el nombre de “San Gregorio Magno”.

Déjame contarte que la Catedral tiene varios tesoros muy poco conocidos, como el Báculo de Don Vasco de Quiroga y varios de sus objetos litúrgicos, jarrones chinos y un gran candelabro elaborado con madera de ébano y traídos en la Nao de China. También se encuentran los cuerpos embalsamados de San Pio y de San Cristóbal, los cuales fueron trasladados desde Roma.

Solo para atraer más tu atención, te mostraré los lienzos pintados por el gran artista Novohispano “Miguel Cabrera”.

Al salir de la Catedral te invitaré a caminar por la bella plaza de los Mártires, y llegaremos al Museo Regional Michoacano, solo para presumirte la gran colección de arte precolombino regional y los interesantes y poco conocidos murales al fresco de Alfredo Zalce, Federico Cantú y Grace Greenwood. Te mostraré mi obra favorita, una pintura de gran formato llamada “Traslado de las monjas Dominicas a su nuevo convento en Valladolid”, un cuadro que encantaba a Diego Rivera y del cual decía que era una obra de gran importancia artística, histórica, sociológica y etnográfica. Podrás admirar la arquitectura del edificio, fue una de las casas más bellas de la ciudad, perteneció al Intendente de Valladolid Don Isidro Huarte, padre de Ana María Huarte, esposa de Agustín de Iturbide y primera emperatriz de México. Una casa tan importante para la ciudad, que en ella fue  hospedado Maximiliano de Habsburgo y después de la caída del imperio, el General Mariano Escobedo.

Será tiempo de  descansar y te invitaré una fría cerveza en los frescos portales frente a la catedral; tal vez tengamos la oportunidad de escuchar el “Ángelus” con la imponente voz de la campana mayor, llamada Santa María de Guadalupe, que pesa nada menos que 13 toneladas.

A estas alturas ya deberías estar muy cansado, tal vez sea bueno ir a comer unos Uchepos o tal vez Carnitas y dejar para tu próxima visita, tantos lugares de interés en esta histórica y bella ciudad.