Morelia, Mich. | Acueducto Noticias | Jaqueline Espinoza.- «La ocasión para amarlos» es lo que fue esta noche el concierto de María José en Michoacán. A penas con los primeros rayos del sol, los espacios apartados aparecieron en la fila del Centro de Convenciones y Exposiciones para acceder a la fiesta de la Josa y el cierre de los conciertos del Festival Michoacán de Origen. Público joven y de la diversidad sexual, así como mamás que «no son unas señoras» ansiosas hicieron fila desde la mañana de este domingo.

Minutos antes de las 8 de la noche, una calle cerrada al paso vehícular por la presencia de fanáticos de María José es lo que se apreciaba en los alrededores del Jardín Orquidario, docenas de fans en espera de poder tener un punto de visión para apreciar el show tan esperado.

Tras un apagón de luces la Josa arrancó el espectáculo con uno de sus más grandes éxitos «la ocasión para amarnos». Entré 6 bailarines, músicos y toda la actividad de vibrar con Morelia, la artista llegó brincando en el escenario y dispuesta a regalarle a Michoacán una noche inolvidable.

Entré bromas y cambios de vestuario, la «amante de lo ajeno» dejó claro por qué es considerada una de las mejores voces mexicanas de la música actual, fans corearon desde «las que se ponen bien la falda», «adelante corazón», hasta «el era perfecto.

Un viaje del amor al desamor y viceversa, lo que sí se vio es la pasión con que la cantante interpretó cada una de las piezas. El momento inesperado y que ocasionó empujones por ver quién podía estar más cerca, fue cuando Josa bajó del escenario, camino por el pasillo y se subió a uno de los templetes para cantarle a los michoacanos que se encontraban en la parte más alejada del escenario.

Sencilla, carismática y bromista se mostró María José al realizar una videollamada con el teléfono de una de las fans, dedicándole a quien tomó la llamada al otro lado del contacto, la canción «Hábito de tí» que habla del agradecimiento a una persona amada.

Al llegar las 10 de la noche, los últimos minutos del espectáculo de más de 2 horas, se volvió un espacio de llanto y despecho cuando la artista entonó «él era perfecto». El gran cierre y en el que el público enloqueció se dio con «no soy una señora» y «prefiero ser su amante», dejando la promesa de volver pronto a las tierras michoacanas, la Josa se despidió en un vestuario azul.