Cada 19 de mayo se conmemora el Día Mundial del Médico de Familia, una fecha dedicada a reconocer la labor fundamental de estos profesionales en los sistemas de salud de todo el mundo.
Desde su proclamación en 2010 por la Organización Mundial de Médicos de Familia (WONCA, por sus siglas en inglés), esta conmemoración busca visibilizar el papel esencial de la medicina familiar como eje de atención primaria. Los médicos de familia no solo tratan enfermedades, sino que acompañan a las personas en todas las etapas de su vida, con un enfoque integral, humano y comunitario.
La medicina familiar no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también reduce la saturación en hospitales, favorece diagnósticos oportunos y promueve hábitos saludables. En zonas rurales y comunidades vulnerables, los médicos familiares muchas veces son el primer y único contacto con el sistema de salud, convirtiéndose en pilares de bienestar.
En México, instituciones como el IMSS, ISSSTE y servicios estatales de salud reconocen cada vez más la importancia de fortalecer la atención primaria, siendo los médicos familiares protagonistas clave en este proceso.
Hoy más que nunca, tras los desafíos dejados por la pandemia, se hace indispensable valorar su entrega, su capacidad de escucha y su rol como guardianes de la salud comunitaria.