Morelia, Michoacán, 15 de febrero de 2025.- La prudencia es la virtud intelectiva que nos indica lo que debemos hacer y lo que no debemos hacer. En el ámbito del derecho la prudencia se presenta en forma de Eubulia, es decir, de prudencia para dar respuestas acerca de los conflictos propios del derecho, pero también como Synesis, que es la prudencia para enjuiciar bien quien tiene el cargo de juzgar; del mismo modo que la Gnome es la prudencia de gobernar de quien tiene el cargo de mandar.
La falta de prudencia es una característica en la actual administración en los tres niveles de gobierno y en los mismos poderes de la unión; en contraposición, la falta de un buen uso de la razón está ocasionando un severo caos nacional con la pretensión de llevar a cabo una elección en meses próximos de los impartidores de justicia en el país, cual si se tratara de representantes populares que no lo son.
La sesión del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación del pasado jueves estuvo plagada de aspectos imprudentes como el de haber llamado “abogados leguleyos” a quien osa pensar distinto de quien lo dijo, entre otros calificativos alejados de una realidad. Si; en todos los poderes de la unión el ser prudente no ha sido la característica en el presente y el pasado sexenio, la división y el encono social es la característica de las supuestas “mayorías”, sin embargo es solo producto de las ignorancia misma al considerar que gobernarán para siempre.
El nepotismo en el Poder Judicial de la Federación dio lugar a lo que vivimos hoy y como buenos extremistas, cambiar el sistema de designación de impartidores de justicia se asume como la solución a la crisis de impartición de justicia dejando de lado el trabajo de las fiscalías, sabiendo de antemano que no es la solución, sino sólo el mecanismo de control de un contrapeso nacional; cuando lo que se pudo hacer no se hizo. Con todo lo anterior la formación de los estudiantes en las Facultades de Derecho cambia de formar a letrados a ser escuelas de gestores cuál nueva forma de analfabetismo jurídico.
La virtud de la prudencia del juicio o del asesoramiento del juicio se puede llamar Prudencia del Derecho en general, que hoy es algo que se encuentra en abandono pleno poco a poco al dejar de lado la “buena fe” que se refiere a la conducta leal de las personas que se vinculan jurídicamente. Todos los desmanes que hoy vivimos perpetrados en nombre de la justicia, son producto de la ignorancia del Derecho. El que tenga oídos, que oiga.