El expresidente de Brasil niega haber violado la ley, y expresa estar siendo perseguido por el gobierno.
Este miércoles, la mayoría de los jueces del Supremo Tribunal Federal de Brasil aprobaron el juicio en contra de Jair Bolsonaro. El exmandatario es acusado de un presunto intento de permanecer en el poder después de la derrota de las elecciones en 2022, intentando anular los resultados electorales.
En enero pasado Bolsonaro se encontraba acusado, junto con otras 34 personas, de haber cometido varios delitos como participación en una organización criminal armada, deterioro del patrimonio catalogado, e incluso un intento de golpe de Estado hacia el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente actual de Brasil. Dentro de este intento implicaría el posible asesinato del Silva, al viceprisente y a un ministro del Tribunal Supremo.
Bolsonaro niega haber realizado dicho plan. Su abogado, Celso Vilardi, afirma que no existe ninguna prueba de que su cliente estuviera involucrado en algún disturbio dentro del país.
“Todo el mundo dice que el proceso concluirá a finales de 2025, a pesar de que no hay precedentes de tal velocidad en un caso de esta magnitud. ¿Por qué? Porque todo el mundo sabe que lo que está ocurriendo es, de hecho, una especie de ataque jurídico a la democracia: un juicio político, conducido de forma parcial, sesgada y abiertamente injusta por un ponente completamente comprometido y sospechoso”, expresó su disconformidad el expresidente en su cuenta de X hacia el juez Alexandre de Moraes, quien fue el primero en votar en contra de él.
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Por su parte, en su discurso de apertura Moraes ha mostrado pruebas de los presuntos delitos de Bolsonaro, afirmando que eran sumamente graves.
Mientras tanto, el procurador general, Paulo Gonet, afirmó ayer que existían pruebas suficientes para llevar a cabo el juicio. Incluso mencionó sobre el fracaso del golpe de Estado debido a que los acusados no lograron obtener el apoyo del comandante del Ejército.
“La frustración abrumó a los miembros de la organización criminal que, sin embargo, no renunciaron a la toma violenta del poder, ni siquiera después de que el presidente electo de la República asumiera el cargo” expresa Gonet, haciendo referencia del asalto y destrucción de las sedes del máximo tribunal, del palacio presidencial y del Congreso realizadas en Brasilia el 8 de enero de 2023, cuando Lula asumió el poder.
Además de Bolsonaro, el tribunal votará si los otros involucrados en las acusaciones serán juzgados, incluyendo su compañero de fórmula en las elecciones de 2022 y exministro de Defensa, Walter Braga Netto, el exministro de Justicia Anderson Torres y su ayudante de campo, el teniente coronel Mauro Cid, entre otros. Se determinará su juicio en una fecha posterior.
Fuente: Proceso