Por EMMA RIVERA CAMACHO*
En los últimos días se ha encontrado en la discusión política estatal, el tema de la alternancia. Qué significa la alternancia en Michoacán. A partir de una iniciativa presentada en el Congreso del Estado, incluso por varias fuerzas políticas (Morena, PRD), se ha planteado que el ejecutivo del estado puede estar representado por un hombre lo mismo que por una mujer.
Sin embargo, y debido a que la paridad y el derecho a votar y ser votado aún y cuando existe en la ley no se ha materializado en Michoacán para las mujeres, por lo menos en el Ejecutivo, la iniciativa plantea para hacer efectiva la paridad, la necesidad de legislar la alternancia. Y esto significa que, si se ha elegido un hombre como gobernador en un proceso electoral, en el próximo se tengan que postular mujeres; a fin de garantizar su participación efectiva en este cargo de elección popular.
Las mujeres hemos estado subrepresentadas en la política, de manera muy evidente en los cargos ejecutivos: Basta recordar que después de 200 años tenemos, apenas, a la primera mujer presidenta de México, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. Para Michoacán, la historia no ha sido distinta, no hemos tenido una sola mujer gobernadora en nuestro estado, y esto no significa que no haya mujeres capaces, preparadas, interesadas en la participación política, que pueden dignamente, representar a nuestro estado. La limitada participación de las mujeres en Michoacán atiende a la inercia de un sistema que por método aplasta los liderazgos femeninos y los pretende reducir a actividades “adecuadas” a lo que se ha considerado “su condición genérica”.
La participación política nos permite observar la cantidad de mujeres realizando todas las actividades sociales de acercamiento con las bases, de concientización, de humanización de la actividad política, pero no en los cargos de representación.
Quienes hemos podido alcanzar un encargo hemos tenido que trabajar el doble o triple que cualquier hombre para demostrar que podemos en igualdad de condiciones realizar incluso mejor las actividades públicas.
La discusión de la alternancia desde el foro parlamentario estatal, ha resucitado viejos prejuicios que la sociedad no ha logrado superar.
Bajo el argumento de la coyuntura política adelantada de la elección del 2027, se pretende diluir un tema de derechos de la mujer que tiene que ver con la igualdad a acceder a cargos ejecutivos, porque eso significa la alternancia.
Esto trasciende a las figuras que hasta ahora han manifestado su deseo de participar en la elección del 2027, esto es por las mujeres, jóvenes o no tan jóvenes, por las niñas que vienen detrás y que ahora ya contemplan, inspirándose en la figura de la presidenta de México, que también pueden ser presidentas, por qué no.
Esto es más que un proceso político adelantado, pero deja claro que los fantasmas de un sistema opresor de la mujer resurgen, frente al miedo que produce el cambio.
No se confundan, para los que dicen que los puestos se ganan con esfuerzo, trabajo y capacidad, estamos de acuerdo, pero es justo lo que representan las mujeres; y si no, revisemos la historia, y ahí encontraremos a todas las que han contribuido en la ciencia, en las independencias y revoluciones del mundo; las que lucharon por los derechos laborales y fueron quemadas vivas en las fábricas de Nueva York, las sufragistas, etiquetadas así y criticadas por luchar por conseguir únicamente ser consideradas ciudadanas, las Mirabal apedreadas por la tiranía de Trujillo, las guillotinadas en la Francia de la revolución por “atreverse” a considerar a la par de los derechos del hombre y del ciudadano los de la mujer y la ciudadana.
La alternancia ha puesto, además en la palestra, que el opresor se sostiene porque siempre encuentra aliados entre los oprimidos.
Con todo y eso hoy se prevé la realización de foros de parlamento abierto, a fin de recoger el sentir de la población. Ya fue manifestado el deseo del pueblo de Michoacán de ser representado por una mujer. Así lo registra la encuesta publicada por Enkoll hace pocos meses.
Estaremos promoviendo el resultado de esos foros y desde luego insistiendo en que la alternancia es un derecho. Nada se ha conseguido sin lucha. Conseguir la igualdad para las mujeres en la ley, a través de la alternancia no será la excepción. Estamos listas para dar la batalla.
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* Emma Rivera Camacho. Es Licenciada en Derecho por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Fundadora del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (2013); Candidata a la Presidencia Municipal de Zitácuaro, Michoacán (2015); Coordinadora Distrital de MORENA distrito electoral federal 03 con cabecera Zitácuaro (2018). Además de que ha practicado la docencia. Actualmente es diputada en la 76 Legislatura del Congreso del Estado de Michoacán.