Aunque apenas uno de cada 10 mexicanos acudió a las urnas, la autoridad electoral se encamina a validar el triunfo de cientos de nuevos jueces, magistrados y ministros de la SCJN

Ciudad de México. Candidatos ligados a sectas religiosas, con acusaciones por corrupción o delitos sexuales están entre los perfiles más votados en la inédita elección judicial en México, criticada por la falta de filtros e impulsada por el oficialismo que proyecta una fuerte influencia sobre el sistema de justicia.

Aunque apenas uno de cada 10 mexicanos acudió a las urnas en la primera elección popular del Poder Judicial -con una participación estimada del 13 % y más del 10 % de votos nulos-, la autoridad electoral se encamina a validar en los próximos días el triunfo de cientos de nuevos jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte que entrarán en funciones el 1 de septiembre.

Entre los aspirantes con más votos destacan al menos tres integrantes de la iglesia La Luz del Mundo, liderada por Naasón Joaquín García, preso por abuso sexual de menores en Estados Unidos, donde aún enfrenta cargos por posesión de contenido sexual infantil, además de investigaciones abiertas en México por trata de personas y lavado de dinero.

Al cierre del cómputo de los votos por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) el 12 de junio, Madián Sinaí Menchaca Sierra, hija del obispo Nicolás Menchaca, que lidera la iglesia tras la detención de Naasón Joaquín, se perfila para convertirse en jueza federal administrativa en el occidental occidental de Jalisco, cuna de la Luz del Mundo, donde obtuvo 43.493 votos.

Mientras que Eluzai Rafael Aguilar, hija del ministro del culto, Samuel Rafael Quintana, acumula 62.671 votos para convertirse en jueza federal penal en Jalisco.

Por su parte, Salma Jaanai Martínez Macías es la candidata más votada para jueza federal penal en Coahuila (norte) y ha reconocido públicamente su militancia en la Luz del Mundo, lo que según ha expresado en sus redes sociales, «es un orgullo».

Antecedentes penales y denuncias graves

También resaltan nombres ligados a delitos graves, como Carmen Alejandra Lozano Maya, acusada por tortura y extorsión, quien obtuvo más de 44.000 votos para ser jueza penal en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.

Según medios locales, Lozano Maya suma al menos dos denuncias formales por tortura, abuso sexual y extorsión en operativos ilegales cuando era agente del Ministerio Público en el Estado de México, cargo que desempeñó por casi dos décadas hasta 2020.

Otro perfil alarmante es el de Hernán Jesús Vega Burgos, magistrado electo en el Tribunal Superior de Justicia de Yucatán (sur), con cerca de 115.000 votos, denunciado en 2009 por su presunta participación en una red de trata y explotación sexual de mujeres extranjeras.

Finalmente, Tania Contreras López se perfila para convertirse en presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Tamaulipas (norte), con más de 217.000 votos, aunque enfrenta una denuncia ante la Fiscalía mexicana por tráfico de influencias y asociación delictuosa relacionada con una red de corrupción y huachicol (bebida alcohólica adulterada).

Pese a la promesa de renovar la justicia en México con la reforma judicial impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, ONG y activistas han denunciado que la falta de filtros ha abierto la puerta a perfiles riesgosos para el sistema de justicia.

Aunque el INE dijo que podría anular el triunfo de candidatos con antecedentes delictivos «comprobados», aún no ha definido con claridad este mecanismo, al tiempo que prevé validar oficialmente los resultados la próxima semana.

Mientras tanto, el partido oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha logrado imponer a sus candidatos en las principales cortes, como el Supremo mexicano y el naciente Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), que vigilará a todos los jueces del país.