Dos presidentes municipales están metidos en graves problemas ante los señalamientos de su probable relación con grupos delincuenciales.
En específico se trata de la presidenta municipal de Coalcomán, Anabel Ávila Castrejón y el de Charo.
Como se recordará, Ávila Castrejón fue expuesta en redes sociales y medios de comunicación por encabezar un evento en el que entregó juguetes a niños y agradeció al líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho y a sus hijos, el 2 y 3 y al Delta 1 por esta donación de juguetes.
El escándalo llegó hasta La Mañanera del Pueblo, donde la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo condenó este incidente y pidió una investigación a fondo.
De ello hace unas horas el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, declaró que se desconoce el paradero de la alcaldesa de Coalcomán, Anabel Ávila, luego de que evidenció presuntos vínculos con Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por lo cual hay una investigación abierta por parte de la Fiscalía General de la República (FGR).
El mandatario estatal dijo que desde el primer día que se supo de esta información solicitó a la alcaldesa separarse del cargo, en tanto autoridades federales llevan a cabo la investigación.
Desde ese día, el gobierno de Michoacán demandó la intervención de la FGR para que investigara a la alcaldesa.
Este lunes, el secretario de gobierno, Carlos Torres Piña declaró a medio locales y nacionales que no hay comunicación del gobierno del estado con la presidenta municipal.
Torres Piña recordó que desde el 29 de diciembre la FGR atrajo el tema a través de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), pero se desconoce si hay alguna orden de aprehensión o de presentación en contra de Anabel Ávila, pues serán las instancias federales las que tengan que deslindar responsabilidades.
En el caso de Charo su presidente municipal Juan Gabriel Molinero Villaseñor ha visto cómo los grupos delincuenciales han sembrado de terror la zona.
Fue la noche del pasado cinco de noviembre, cuando grupos del crimen organizado antagónicos protagonizaron una serie de enfrentamientos a balazos que incluyó el incendio de al menos siete vehículos, y el ataque a una patrulla de la Guardia Civil.
Durante horas, en el municipio de Charo, a la altura del predio Encinillas, un camión de volteo fue quemado, otra unidad en las inmediaciones del Mercado Municipal de Queréndaro; uno más en Indaparapeo y finalmente un último en la desviación al poblado de Ojo de Agua a Zinapécuaro.
De todo ello su presidente municipal prefirió ocultar la información y negar que su localidad fuera la más afectada, a tal grado que durante varios días sus habitantes decidieron no abrir sus locales comerciales o mandar a sus hijos a la escuela.
Algo que llenó de rabia a los habitantes del lugar fue cuando el Presidente Municipal, Gabriel Molinero, del partido Movimiento Ciudadano, enfrentó serias acusaciones por presuntamente violar los derechos humanos y laborales de los empleados municipales.
Según una denuncia ciudadana, los trabajadores se quedaron sin aguinaldo en diciembre, debido a que los fondos municipales fueron utilizados para pagar la presentación del grupo musical Bronco en un evento organizado por la alcaldía, pero cuyos boletos costaban 660 pesos en acceso general.
El problema no termina ahí, en septiembre, Molinero redujo los salarios de los empleados municipales en un 50%, argumentando que era necesario «recuperar» el dinero gastado en su campaña política para la presidencia municipal. Los empleados, bajo presión, fueron obligados a firmar la nómina como si hubieran recibido el sueldo completo, lo que ha generado indignación y malestar entre los afectados.
Esta situación ha puesto en el ojo del huracán a Molinero, quien comparte partido con la alcaldesa de Coalcomán, conocida por agradecer públicamente al Cártel Jalisco Nueva Generación por la entrega de juguetes a los niños, en un gesto que también ha sido duramente criticado.
Las acciones de Gabriel Molinero han despertado la indignación de la comunidad, quienes exigen justicia y el respeto a los derechos laborales de los trabajadores municipales.
Mientras tanto, las autoridades de Michoacán han señalado que tal y como ocurrió en el Estado de México con la captura de varios alcaldes relacionados con la delincuencia, no se descarta que en la entidad ocurra lo mismo, algo que tiene más que preocupados al presidente municipal de Charo, Juan Gabriel Molinero Villaseñor y la de Coalcomán Anabel Ávila Castrejón.