Redacción / La Voz de Michoacán

La exposición La Venida del Señor, del artista Fabián Cháirez, que representa imágenes religiosas en contextos sexualizados, fue retirada del Museo de San Carlos en la Ciudad de México por orden judicial.

De acuerdo con la  Agencia Católica de Informaciones, la decisión fue dictada por el Juzgado Sexto de Distrito en Materia Administrativa, que otorgó un amparo a la Asociación de Abogados Cristianos (AAC), la cual presentó la denuncia en representación de la comunidad católica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), responsable de la institución que alberga la muestra.

Inaugurada el 5 de febrero pasado en la Academia de San Carlos, la exposición generó controversia entre la comunidad católica debido a la representación sexualizada de figuras como el Papa, cardenales y religiosas.  

La AAC presentó un amparo respaldado por 35 alumnos, exalumnos y docentes, quienes argumentaron que la muestra vulneraba su derecho a la libertad religiosa, garantizado en el artículo 24 de la Constitución Mexicana.  

Además, la plataforma de recolección de firmas Actívatey CitizenGO entregó 47,250 firmas a la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México, exigiendo respeto por la identidad, la cultura y las creencias de millones de mexicanos.

El 4 de marzo, el juez encargado del caso resolvió que “la libertad de expresión tiene como límite el que no rebase y afecte la reputación y el derecho humano del honor de los católicos en sus creencias y símbolos de la religión que profesan”.

“Las representaciones exhibidas, cuestionan la expresión de su calidad ética y social, afectando la reputación y el derecho al honor de los católicos, lo que jurídicamente se traduce en un derecho que involucra la facultad de cada individuo de pedir que se le trate en forma decorosa y la obligación de los demás de responder a este tratamiento”, señala el documento. 

A través de un comunicadocompartido hoy en sus redes sociales, Fabián Cháirez calificó la suspensión de su obra como “un atentado” contra su trabajo y “contra el derecho fundamental a la libre expresión, piedra angular de toda sociedad democrática”.