Un cierre de este tipo significa básicamente que el gobierno federal deja de pagar a sus empleados y contratistas
Washington, Estados Unidos. El Senado estadounidense aprobó este viernes una prórroga de los presupuestos federales hasta finales de septiembre y evitó así el cierre de Gobierno que habría comenzado en la medianoche en caso de no haber logrado un acuerdo.
La Cámara Alta, donde los republicanos tienen el control con 53 escaños, le dio su aprobación por 54 votos a favor y 46 en contra.
Los conservadores necesitaban una súper mayoría de 60 para que el proyecto siguiera adelante en el voto de procedimiento anterior a la votación final y el polémico respaldo de algunos demócratas en ese paso previo hizo que su camino se viera despejado antes del plazo límite.
Este jueves el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, aseguró que no iba a bloquear la resolución.
Los senadores demócratas se habían enfrentado a una fuerte presión de sus colegas de la Cámara de Representantes y de defensores progresistas externos para mantenerse firmes contra esta prórroga de financiación para la Administración de Donald Trump, ya aprobada por esa cámara el martes por la noche.
El liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes difundió el jueves por la noche un comunicado en el que advertía de que ese proyecto de ley «de ultraderecha» iba a «desatar el caos para los estadounidenses de a pie» y a darle más poder tanto a Trump como al magnate Elon Musk para «seguir desmantelando el Gobierno federal».
El dueño de X y consejero delegado de Tesla y SpaceX está al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y desde la llegada al poder del republicano el 20 de enero ha aplicado una agresiva política de recortes de gastos y burocracia.
El comunicado del liderazgo demócrata en la Cámara Baja advirtió de que Trump y Musk planean «sacar la motosierra» contra la Seguridad Social y programas médicos como Medicare y Medicaid para proporcionar «masivos recortes de impuestos a sus donantes multimillonarios».
Trump, en cambio, agradeció este viernes a Schumer el apoyo. «¡Enhorabuena por hacer lo correcto! ¡Tuvo agallas y coraje! Se avecinan grandes recortes de impuestos, la solución a los incendios en Los Ángeles, el proyecto de ley para el techo de la deuda y mucho más. Deberíamos trabajar juntos en esta situación tan peligrosa», escribió antes del voto en su red Truth Social.
La resolución diseñada por los republicanos financia al Ejecutivo hasta el 30 de septiembre, con una ligera reducción de la financiación del año pasado, pero con un aumento del gasto militar de 6.000 millones de dólares y de 485 millones para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Un cierre de la Administración federal por falta de fondos puede dejar a cientos de miles de trabajadores públicos sin salario, agencias operando bajo servicios mínimos y la clausura de museos y parques nacionales.
El pasado diciembre, bajo el mandato del demócrata Joe Biden (2021-2025), el Congreso aprobó ‘in extremis’ una extensión del presupuesto hasta este 14 de marzo, con el voto a favor de demócratas y republicanos, a pesar de que Trump, entonces presidente electo, lo había intentado boicotear.
¿Qué significa un cierre del gobierno de Estados Unidos?
Un cierre gubernamental ocurre cuando el gobierno no ha acordado su presupuesto anual, total o parcialmente. Afecta el gasto discrecional, que debe asignarse cada año.
Un cierre de este tipo significa básicamente que el gobierno federal deja de pagar a sus empleados y contratistas. Es una situación que afecta a cada sector del gobierno de forma diferente.
En el pasado, se han producido cierres parciales cuando parte del presupuesto ya se había aprobado, lo que permitió que algunas agencias contaran con la financiación completa y pudieran funcionar con normalidad. También se han producido cierres más amplios cuando ninguna parte del presupuesto se había promulgado.
Durante un cierre total, todas las agencias y programas no esenciales del gobierno de EE. UU. cierran, ya que dependen del financiamiento anual del gobierno.
A pesar del cierre gubernamental, los servicios esenciales y los programas de gastos obligatorios no se detienen. En cierres anteriores, el personal militar en servicio activo y la mayoría de los agentes de protección fronteriza, los agentes federales de las fuerzas del orden y los controladores aéreos han permanecido en sus puestos.
Mientras que el gasto discrecional se debate cada año, el gasto obligatorio se aprueba por períodos más largos o es permanente. Por lo tanto, se seguirán realizando pagos como el Seguro Social, Medicare y Medicaid, al igual que las prestaciones médicas de los veteranos militares. El servicio de correo y la Reserva Federal no se ven afectados, ya que se financian de forma diferente.
¿A quién afecta un cierre gubernamental?
Los empleados federales son los primeros en sentir el impacto del cierre del gobierno.
Los cierres totales de 2013 y principios de 2018 significaron que alrededor de 850.000 de los 2,1 millones de empleados federales no postales fueron suspendidos temporalmente, según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable , un grupo no partidista con sede en Washington, DC, que se centra en la política fiscal.
Los empleados en ERTE no pueden trabajar ni recibir sus nóminas durante este periodo. Sin embargo, se les garantiza un pago retroactivo cuando el gobierno reciba financiación y vuelva a funcionar.
En el pasado, algunas agencias como el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado o el IRS han pedido a los trabajadores que acudan a trabajar para mantener las cosas funcionando sin problemas, aún sin paga.
Muchos empleados que trabajan en servicios esenciales deben seguir trabajando, pero no reciben su salario durante el cierre.
Los funcionarios federales confirmados por el Senado no pueden ser suspendidos de trabajo. El presidente y los miembros del Congreso siguen trabajando y cobrando sus salarios.
¿Qué sucede durante un cierre gubernamental?
Varias agencias o programas no se consideran esenciales y suspenden sus operaciones, ya sea parcial o totalmente, durante el cierre gubernamental. Entre ellos se incluyen los parques nacionales, los monumentos nacionales, la Biblioteca del Congreso y museos como el Smithsonian.
La Agencia de Protección Ambiental, la Administración de Alimentos y Medicamentos, la Comisión Federal de Comercio y la Comisión de Bolsa y Valores se encuentran entre los departamentos afectados.
Dependiendo de cuánto tiempo permanezcan cerrados los establecimientos, se pueden acumular enormes retrasos en el trabajo, mientras que se pierden millones de dólares en ingresos, como la venta de entradas. Esto también implica que no se realizan las inspecciones rutinarias de salud y seguridad. Los informes mensuales sobre empleo e inflación no se publican a tiempo. Además, las agencias tienen que invertir tiempo y dinero en la creación de complejos planes de contingencia.
Para los empleados federales que viven de sueldo a sueldo, esto puede suponer un apuro financiero temporal y resentimiento.
¿Cuánto tiempo duran los cierres gubernamentales?
Los presidentes Clinton, Obama y Trump lo han experimentado . El más largo fue durante el gobierno de Trump, entre 2018 y 2019, y duró 35 días.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable contabiliza cuatro cierres que provocaron que las operaciones del gobierno se vieran afectadas durante más de un día hábil.
«Un cierre de unos pocos días es un fastidio y socava la confianza pública en la capacidad de los políticos estadounidenses para atender las necesidades del pueblo, pero es poco probable que tenga un impacto significativo en la economía», escribió David Wessel, de la organización sin fines de lucro Brookings Institution, a principios de este año. «Sin embargo, un cierre prolongado puede causar problemas mayores, aunque la mayoría sean temporales».
La Oficina de Presupuesto del Congreso coincide en que la mayoría de los impactos económicos de los cierres gubernamentales son temporales. Sin embargo, calculó que el cierre de 2018-2019 provocó una reducción del PIB de 3.000 millones de dólares (2.890 millones de euros) que nunca se recuperaría.