A más de siete años del feminicidio, la justicia hizo acto de presencia al determinarse la culpabilidad de Cristian José Ramos Mena y Francisco Abando Arreola, feminicidas de Marijó
Morelia, Michoacán.- Cristian apretó la mandíbula, la sonrisa que esbozó a lo largo de la audiencia para la emisión del fallo por el feminicidio de María José Medina Flores, se esfumó al escuchar ser declararlo -junto con Francisco- culpable.
A más de siete años del feminicidio de Marijó, la justicia finalmente levantó la mano para hacer acto de presencia. A las 18:39 horas de este jueves, el juez Cristóbal Luviano determinó que Cristian José Ramos Mena y Francisco Abando Arreola fueron responsables de los hechos por los que la estudiante de veterinaria perdió la vida en febrero de 2017.
Aún y cuando algunos de los elementos de prueba que presentó la a lo largo del juicio oral los desestimó el juez al momento de su valoración para el fallo, el grueso de los elementos aportados por el Ministerio Público resultaron suficientes para que el Tribunal de Enjuiciamiento adquiriera la convicción más allá de toda duda razonable sobre la responsabilidad de Cristian y Francisco en el feminicidio de la joven de 19 años.
En la Sala de Oralidad número seis de Mil Cumbres, estaban presentes las integrantes de la Colectiva Incendiarias, quienes dieron acompañamiento al caso a lo largo de los años, ejerciendo la presión pública necesaria para que la actuación de las autoridades se diera y el feminicidio de Marijó no quedara impune.
Los feminicidas de Marijó
Cristian y Francisco son dos de los cuatro hombres que participaron en el feminicidio de Marijó, el otro par aún permanece libre, sin que la justicia lo alcance aún.
Vestidos con playera tipo polo crema y pantalón claro, custodiados por cinco elementos de seguridad, Cristian y Francisco sobrellevaron la audiencia con matices diferentes. El primero robusto, a rape, esbozando –hasta el fallo- una sonrisa; el segundo serio y con la mirada perdida, delgado, pelo oscuro, quien por su perfil y tabique da la impresión de haberse dedicado algún momento al boxeo, por la nariz característica que se forma a quienes practican ese deporte.
Sobre la víctima se produjeron actos crueles y degradantes, ella se encontró en una situación de vulnerabilidad, la supresión de su vida obedeció a violencia de género en la que se registró violencia sexual y tortura, referiría el juez Luviano.
El feminicidio de María José
A Marijó la asesinaron de un tiro en la cien, pero su agonía se prolongó por horas, luego que la madrugada del 18 de febrero de 2017 salió del Barezzito ubicado en el complejo comercial Altozano, en compañía de Cristian, Francisco, dos hombres más y Pablo. Ella había llegado al lugar la noche del 17 en compañía de amigas y amigos que se retiraron antes.
Fue el testimonio de Pablo el más contundente a lo largo del juicio oral, pues él atestiguó los hechos por los que Marijó perdió la vida, esto luego que pidiera un raite a un conocido, sin imaginar lo que aquello implicaría.
La audiencia de este jueves se prolongó por cuatro horas, en donde en una larga y anestésica exposición de la que por momentos resultaba toda una proeza entender debido al bajo volumen de su voz, el juez Luviano trajo a cuento lo expuesto en los testimonios y pruebas desahogadas a lo largo del juicio, ello para argumentar su determinación final.
Al final, la justicia logró hacer acto de presencia para Marijó.
Será el próximo 18 de julio a las 13:30 horas, en que se realice la audiencia para el desfile probatorio y alegatos que permitan al juez determinar la pena, es decir, los años de prisión que se establecerán para los feminicidas.