“Me despertó un timbre molesto”, expresó Johan Helberg, el dueño del hogar.
En la madrugada del pasado jueves, un barco portacontenedores de 135 metros de largo encalló en el jardín de una casa ubicada en la localidad de Byneset, cerca de Trondheim, Noruega.
El incidente ocurrió alrededor de las 5 de la mañana, cuando el buque NCL Salten con destino a la ciudad de Orkanger se desvió de su curso al entrar en el fiordo de Trondheim.
Johan Helberg, residente de la vivienda, fue alertado del incidente cuando un vecino, Jostein Jorgensen, empezó a llamar al timbre al ver que el buque se acercaba a la casa de Helberg.
“Tuve que estirar el cuello para ver la parte superior. Fue irreal. Cinco metros más al sur y hubiera entrado en el dormitorio”, expresó Helberg a medios locales.
En la embarcación, estaban presentes 16 personas a bordo de nacionalidades noruega, lituana, ucraniana y rusa. Afortunadamente, no hubo heridos ni derrames de combustible.
Ante los hechos, la directora ejecutiva de NCL, Bente Hetland, declaró que fue un “accidente serio” y “estamos agradecidos de que nadie resultó herido”.
“Aún continua el operativo de rescate, y nuestro objetivo principal es mantener que siga siendo seguro y estable”, expresó la compañia NCL en un comunicado.
Por otra parte, las autoridades afirmaron que el oficial de guardia de la embarcación, de nacionalidad ucraniana y de unos 30 años, admitió haberse quedado dormido mientras estaba de servicio, y sólo se dió cuenta cuando ocurrió el incidente.
Debido a la negligencia en la navegación, el responsable de la navegación del barco fue multado. Mientras tanto, la policía investiga si se cumplieron las normas sobre horarios de trabajo y descanso a bordo del buque.
Fuente: BBC