Desde traer el barro en burro hasta cocerlo utilizando estiércol, la artesana María Elvia Silva Bartolo nos cuenta el inusual proceso de fabricación de sus piezas.
Abril García / La Voz de Michoacán
Morelia, Michoacán. En el marco del encuentro “Identidad cultural: ramas y técnicas del arte popular en Michoacán”, la artesana María Elvia Silva Bartolo compartió los procedimientos para realizar figurillas de barro que han pasado de generación en generación en la comunidad de Zipiajo, en el municipio de Coeneo.
La artesana, que lleva 47 años en el oficio, reveló que se ha dedicado a la manufactura de distintas piezas artesanales que van desde textiles hasta comales. Sin embargo, fue en la elaboración de figuras de barro en donde se destacó, ganando numerosos concursos y diplomas.
Indicó que estas se fabrican utilizando barro con arena fina que se trae en burro desde otras localidades. Una vez que se tiene la materia, se forma la figura de animales, flores o vasijas utilizando las manos. Sin embargo, algo que se destaca de su producción es que, a diferencia de otras disciplinas como la cerámica, no utiliza horno.
Para cocer las piezas, las artesanas de la región arman una especie de “casita” que tiene una duración efímera, utilizando montones de tabiques para sostener las piezas y cubriéndolas de estiércol para quemarlo y que el barro pueda obtener su cocción.
Sin embargo, la materia fecal que se utiliza para hornearlas se requiere que sea de vacas que se alimenten de pastura y no de desperdicios de alimentos. “Las cacas de vacas que comen desechos no sirve porque no arde, arde pálido”, explicó.
La artesana indígena detalló que, dependiendo de los alimentos que consuman los animales, la coloración de las piezas se verá afectada. Según reveló, cuando las vacas comen semillas de tejocote la pieza se torna color azul marino, mientras que cuando comen nopales se pigmentan verdes.
Por otro lado, compartió que en compañía de otras artesanas, realizó una cooperativa de textil y de alfarería para poder ofertar sus productos a nuevos públicos, así como “poder pedir apoyos directos sin jaloneos”.
En esta cooperativa, se comparten las técnicas de fabricación de las piezas y se trata de un espacio en donde pueden convivir las 18 mujeres y los 5 varones que forman el grupo. Así mismo, puntualizó que si participan en algún concurso institucional, los premios y los apoyos se reparten entre todos los artífices. “Si participamos en un concurso de artesanías, el ganador se queda con la mitad y la otra mitad se comparte con el grupo”, detalló.
María Elvia Silva Bartolo, de 65 años de edad, es una artesana purépecha que ha ganado numerosos premios como el Premio Nacional de la Cerámica en 2024, el Gran Premio Nacional de Arte Popular 2022 y el Premio Estatal de las Artes Eréndira en 2024.