Los boletos tienen un costo de 150 pesos y pueden adquirirse en Anticitera Café, Contrabajo Jazz Club, Café 06:52 y Recuerditos Accesorios y Artesanías Ceremoniales
Yazmin Espinoza, colaboradora La Voz de Michoacán
El telón del Teatro Morelos está por abrirse para una de las presentaciones dancísticas más esperadas de la temporada. Este lunes 15 de diciembre, el Ballet Juvenil de Morelia llevará a escena El Cascanueces, una obra emblemática del repertorio clásico que, en esta ocasión, trasciende su dimensión artística para convertirse en un acto de generosidad colectiva. Bajo la dirección de la maestra Ana Tejeda, la función no solo exhibirá la madurez técnica de sus intérpretes, sino que también destinará sus ingresos al Centro Cultural Comunitario Vasco de Quiroga y al Asilo Cristo Abandonado, dos espacios cuya labor social ha acompañado silenciosamente a sectores vulnerables de la ciudad.
“Buscamos recordar que el arte también es servicio, que cada uno de nuestros bailarines entrega su corazón en el escenario para contribuir a causas que lo necesitan”, explica Tejeda en entrevista para Inter(medio).
La función reunirá a 70 intérpretes morelianos, desde los cinco años hasta adultos, quienes han dado forma a un proyecto que nació, literalmente, desde cero. “Empecé con ninguna alumna”, recuerda la directora, “con las ganas de fomentar la belleza de la danza”.
La imagen contrasta con la fuerza que hoy ha adquirido el Ballet Juvenil de Morelia, una compañía formativa que ha encontrado en la disciplina, la sensibilidad y la constancia sus cimientos más sólidos. Su origen se enlaza profundamente con la convicción de abrir las puertas del ballet a todas las personas, sin importar su contexto económico o social. “Queremos quitar el estigma de que el ballet es solamente para un sector”, afirma. Esta visión lo ha convertido en un espacio de acceso democrático a una de las artes más rigurosas.
La complejidad del ballet en Morelia no solo descansa en el número reducido de escuelas profesionalizantes, sino también en las exigencias físicas y técnicas de esta disciplina, que requiere años de entrenamiento y un programa estructurado que permita a los bailarines aspirar a compañías profesionales. Ana Tejeda, cuya formación abarca la técnica inglesa, cubana y rusa, encontró en esta última un camino integral. "Me enamoré de la técnica rusa, que es muy perfeccionista", explica. La estructura del programa Vaganova, impartido por el Consejo Académico de Arte y Danza Internacional, se basa en una progresión pedagógica precisa que prepara cuerpo y mente para los niveles más altos de la danza clásica. Llevar ese sistema a Morelia significó un esfuerzo personal y profesional que ha marcado la identidad del Ballet Juvenil de Morelia. Hoy, sus estudiantes entrenan con una metodología internacional que contempla desde desarrollo de flexibilidad y habilidades motoras hasta un enfoque escénico y artístico completo.
Una parte importante del crecimiento del proyecto ha sido su itinerario de presentaciones, un repertorio que va desde los tintes de folclore mexicano hasta producciones como Carmen, La Bella y la Bestia, Ballet en las Estrellas y múltiples temporadas de El Cascanueces. También han colaborado con agrupaciones musicales, como la Orquesta Esperanza Azteca. Cada presentación ha atraído nuevos públicos y nuevas generaciones de estudiantes. “Al principio fue difícil ganarse la confianza de los papás”, admite Tejeda. Pero la constancia, el trabajo y la calidad de cada puesta en escena han permitido que este proyecto se consolidara hasta llegar a los 70 bailarines que hoy lo conforman.
La función de este año adquirió un sentido especial para la compañía, pues será la primera vez que lleven El Cascanueces al escenario del Teatro Morelos, un espacio de mayor dimensión técnica y logística que representa un paso significativo para el crecimiento del proyecto. La directora reconoce que no cuentan con apoyo económico institucional, por lo que la producción se sostiene con patrocinadores en especie y con la venta de boletos. Esta función, además de cubrir gastos básicos, permitirá adquirir equipo de audio para el Centro Cultural Comunitario Vasco de Quiroga, donde la mayoría de los integrantes entrenan diariamente.
En esta edición, el público podrá apreciar la obra completa, con una duración aproximada de dos horas. A la puesta dancística se sumará un cuarteto musical, cuya presencia enriquecerá algunos de los números más emblemáticos del ballet. La historia de Clara, el muñeco Cascanueces y su viaje por el reino de los dulces mantiene su carácter festivo y su fuerza emocional intacta, envuelta en la música inmortal de Chaikovski y en las variaciones inspiradas en danzas del mundo. La función cerrará con un mensaje que la compañía ha decidido compartir al final de la apoteosis: un deseo por la paz en México, hilado desde la luz que simboliza la unión de los bailarines en escena.
La directora también participará como intérprete, algo que asume como una oportunidad pedagógica. “Sigo entrenando y voy a bailar para que se motiven también las alumnas”, comenta entre risas. Su formación, que incluye estudios en Estados Unidos, Monterrey, Querétaro y Ciudad de México, además de una trayectoria en diseño de moda especializada en vestuario escénico y una maestría en gestión empresarial, se refleja en la solvencia multidisciplinaria del proyecto. Ella misma diseña y confecciona parte del vestuario, un aspecto que el público notará en el cuidado visual de cada personaje.
La función del 15 de diciembre no solo representa un cierre de ciclo para las y los estudiantes, sino también un recordatorio de que la danza puede transformar entornos. En un contexto donde el acceso al arte sigue siendo desigual, iniciativas como esta demuestran que el compromiso colectivo y el talento local pueden abrir caminos insospechados. El Ballet Juvenil de Morelia se ha convertido en un espacio donde niñas, niños, adolescentes y adultos encuentran disciplina, fortaleza, comunidad y un lugar en el escenario que los transforma para siempre.
Los boletos tienen un costo de 150 pesos y pueden adquirirse en Anticitera Café, Contrabajo Jazz Club, Café 06:52 y Recuerditos Accesorios y Artesanías Ceremoniales. La invitación está abierta a quienes deseen acompañar a esta joven compañía en una noche donde la tradición del ballet se une con la generosidad de un proyecto profundamente humano.