Las réplicas del terremoto en Myanmar agravan la crisis humanitaria, con 1,700 muertos y miles de heridos en Mandalay y otras zonas afectadas.
La situación en Birmania (Myanmar) sigue siendo crítica tras el terremoto de magnitud 7.7 que sacudió el centro-norte del país; Hasta el momento, se han registrado casi 200 réplicas, empeorando el daño en infraestructuras clave y aumentando el temor entre la población.
El desastre ha dejado al menos
Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania con aproximadamente 1.5 millones de habitantes, es una de las áreas más afectadas. Su aeropuerto sigue cerrado, y los daños en carreteras y puentes cercanos dificultan el acceso a la antigua capital birmana.
El servicio meteorológico de Tailandia informó que se han producido unas 180 réplicas hasta la noche del domingo, todas de menor intensidad que el sismo principal.
“Debido a las réplicas, la gente está tan asustada de volver a sus casas que, incluso si no están dañadas, prefieren quedarse en la calle”, dice Su Mon Htay, directora de personal para Birmania de Plan Internacional, en videoconferencia desde Rangún.
Mandalay, un símbolo de la tradición budista del país, se encuentra a unos 17 kilómetros del epicentro y se espera que sea uno de los lugares más perjudicados.
Sin embargo, el difícil acceso y los cortes de internet y telefonía complican la evaluación completa del desastre.
“Todo está en ruinas. Nadie quiere volver a sus casas”, comentó un residente de la ciudad, que prefirió no dar su nombre.
“Los edificios que no han colapsado están inclinados, así que todo el mundo teme que se caigan.
Los vecinos viven en la calle o a la intemperie, entre las ruinas”, añadió.
El gobierno militar, que no controla gran parte del país, no ha actualizado las cifras desde entonces.
No obstante, el líder del Ejército, Min Aung Hlaing, mencionó 1,700 víctimas durante una conversación con el primer ministro de , Anwar Ibrahim, según la cadena oficial MRTV.