Morelia, Michoacán, 21 de octubre de 2024.- Después de hablar de la vida laboral y familiar de un deportista de oro ejemplar, nos avocaremos a su destacada vida deportiva…
Salvador Hernández Mondragón, trabajo en un grupo de radio taxi, él recibía las llamadas de los clientes y se coordinaba con los choferes para brindar el servicio; después de ahí, fue checador de combis en las bases de las rutas naranja, café y amarilla…
Su llegada al deporte fue fortuita, el destino le tenía preparado su camino… Cuando él acompañaba a sus compañeros de trabajo a sus partidos de futbol, conoció a otra persona con discapacidad o capacidad diferente, que lo invitó a integrarse a una liga de deportistas con alguna discapacidad…
En ese entonces, llegó una entrenadora de Monterrey de nombre Yesenia y de la cual no recuerda su nombre… “Yo estaba muy escéptico, “nos dice Salvador”; porque sólo había natación al principio, y yo decía como una persona que no puede mover sus piernas puede nadar…
Me daba mucha vergüenza estar entre más personas, empezamos a entrenar en la alberca del IMSS que estaban entre la avenida Madero y la avenida Nocupétaro… Y la entrenadora me decía que nos prepararía para competir, pero yo le dije que no me interesaba, sólo iba para no estar ocioso…
Ahí paso algo importante, me di cuenta que no era el único que sufría y padecía limitaciones; pero también supe, que las limitaciones están en la mente y no el cuerpo… El deporte me ayudó mucho con mi estrés que me causaba el trabajo, en la natación me desahogaba, mi propósito en la vida, según yo, era terminar la prepa y trabajar…
Pero en 1984 o 1985, el DIF nacional regaló a Michoacán 6 sillas de ruedas especiales para carreras, yo andaba con muletas… Y fue ahí cuando le comenté a mi entrenadora que yo quería correr….
Así empezó mi historia, entrenaba dos veces a la semana… La primera competencia que participe fue en la Carrera Atlética de la Inmaculada, porque le pedí al padre que nos aceptará a 5 competidores y después de mucho insistir nos aceptaron… Fue a finales de 1986 y principios de 1987 cuando empecé a sentir la pasión por las carreras, fue tanto el place que experimentaba que dejé las bebidas y el cigarro…
Gracias a Dios y al deporte, fue abriéndose el camino para competir, nos fuimos a entrenar al Centro Deportivo Mexicano CDOM en la Ciudad de México, con miras a participar en los Juegos de Seúl, lamentablemente no pudimos asistir porque no estábamos adheridos a la Federación…
Entonces nos separamos de la entrenadora Yesenia y con nuestros propios recursos nos adherimos a la Federación…
En 1990, competí en mi primer evento internacional en los Juegos Parapanamericanos de Caracas, Venezuela, logrando ganar cinco medallas, de oro plata y bronce, en las pruebas de 100, 200, 400, 800 y 1500 metros, lo que me llenó de gran orgullo y satisfacción; pero mi sueño era poder calificar para unos Juegos Paralímpicos.
Gracias a esas competencias, en mi estado ya era reconocido
Califiqué para el Campeonato Mundial de Atletismo sobre silla de ruedas, en Berlín, Alemania, en el año 1994, por mis buenos resultados hice realidad mi sueño de calificar para mis primeros Juegos Paralímpicos, que se realizaron en Atlanta, En Estados Unidos, en el inolvidable año 1996, en donde no gané medalla solo logré lugares quinto y séptimo, pero sin poder estar en el cuadro de medallas.
Regresando de Atlanta, sabía que tenía cuatro años para prepararme y buscar medalla en los próximos Juegos Paralímpicos, por lo que seguí entrenando muy fuerte y participando en eventos nacionales, mundiales, parapanamericanos y nuevamente quedé seleccionado para unos Juegos Paralímpicos.
Mi segunda participación paralímpica, fue en los juegos que se llevaron a cabo en Sídney, Australia, en el año 2000, logrando con gran éxito tres medallas, dos oros y una plata, en las pruebas de 100, 200 y 400 metros. ¡Mi sueño de niño se había hecho realidad!
Estaba yo en la etapa más gloriosa de mi vida, y fue cuando le pedí apoyo al gobernador para una silla de ruedas de nueva de fibra de carbono, le dio instrucciones a Roberto Monroy en ese entonces titular del deporte en la entidad para que me la comprará; le di las especificaciones de la silla y tardaron mucho en dármela….
Después de ello, en un entrenamiento en el Venustiano Carranza me encontró el gobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí y me dijo y ahora que vas a hacer, como te puedo a ayudar, y le dije me quiero casar y me dijo que piensas hacer, y le dije pues aún no se, y dijo quieres que también te ponga la novia, dije no, esa ya la tengo… Pensaba en hacer algo pequeño sólo nuestras familias, y me dijo no, yo seré tu padrino…
Dio instrucciones y él se encargo de todo, sus auxiliares me dijeron que, si tenía salón y dije que nada, y se hicieron cargo de todo… Fue en ese tiempo que a mí y a la nadadora Doramitzi, también nos regaló una casa… Estoy muy agradecido con mi padrino Tinoco Rubí… Después de la boda, Roberto Monroy aprovechó la coyuntura para llevarme a medios nacionales, hasta de espectáculos, estuve en Ventaneando, en La Oreja y con Adal Ramones…
En 2002, gané el Premio Nacional al Deporte, que es el máximo reconocimiento que a nivel nacional se hace a los deportistas mexicanos con y sin discapacidad…La medalla me la entrego el presidente Vicente Fox.
Salvador Hernández Mondragón nos platicó un dato muy importante; en un evento deportivo realizado en Guadalajara, el presidente Felipe Calderón le pidió que se sentara a su lado; ahí el atleta tuvo la oportunidad de plantearle la desigualdad en la cual se trataba a un atleta con discapacidad, mientras a un discapacitado con medalla de oro se premiaba con 50 mil pesos a un atleta normal se le otorgaban 500 mil pesos…
Y fue con Felipe Calderón que se logró la igualdad en premios, gracias a él, los deportistas con discapacidad ahora disfrutan de esos beneficios…
También me dijo en esa plática, como te puedo ayudar, y le pedí una silla de ruedas nueva, y le pedí que yo mismo quería ir a la fabrica para dar a las especificaciones, así que me enviaron a Estados Unidos con los gastos pagados por dos semanas
Salvador continúa narrando que en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, refrendó su título de campeón con medalla de oro, plata y bronce, con la inmensa alegría de estar en el lugar más alto del pódium, escuchando con emoción el Himno Nacional Mexicano y con lágrimas en los ojos ver ondear nuestra imponente bandera nacional.
En los Juegos Paralímpicos de Beijing, China, celebrados en el 2008, no gané medallas, nos señala. En la justa Paralímpica de Londres, Inglaterra, en el 2012, gané plata y bronce.
En mi sexta participación en juegos paralímpicos, competí en los que se realizaron en Río de Janeiro, Brasil, en el 2016 en donde gané una medalla de bronce.
En 2020, no califiqué para los Juegos Paralímpicos de Tokio, Japón; voy a poner todo mi esfuerzo para participar en los Juegos Paralímpicos que se celebrarán en el 2024 en París, la capital francesa.
Estoy muy satisfecho con lo que he logrado a lo largo de mi trayectoria deportiva, comencé desde abajo y he llegado muy alto gracias al respaldo de Dios y de mi esposa.
Salvador Hernández define así en pocas palabras lo siguiente:
- Quien es Dios para ti: Todo
- Alfredo Ramírez Bedolla: ¿No lo conozco…?
- Define política: una farsa.
- Comida Preferida: Camarones
- Tu esposa: Mi apoyo.
- Tú lugar favorito: Ixtapa
- Un lugar por visitar: El Vaticano
- Andrés Manuel: Fracaso
- Sheinbaum: Esperanza
- El Deporte: Estancado
- Romel Pacheco: Esperamos resultados
- Michoacán: Mi orgullo
- Familia: Lo máximo
- Ana Gabriela Guevara: Retroceso
Con beca vitalicia, Salvador Hernández Mondragón quien deportivamente ha logrado prácticamente todo, nos señala que ha cumplido con sus sueños y que ahora quiere vivir y disfrutar la vida… No descarta participar en la política para ayudar a las y los deportistas como candidato a diputado, aún no tengo ofertas, pero podría escucharlas…
Lamenta que en Michoacán Silvano Aureoles haya quitado las becas para los deportistas y entrenadores, será una de nuestras luchas, como la de muchos deportistas…
Y nos ratifica y confirma que en Michoacán el gobernador tiene abandonado al deporte, hace falta una mejor infraestructura, equipo y muchas cosas más…