Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán.- Fue durante los meses de enero y febrero de 2022 cuando se dio a conocer en medios locales e internacionales que carteles en Michoacán enterraban artefactos en caminos y brechas de Tierra Caliente con la intención de que explotaran al paso de grupos contrarios o contra Fuerzas Armadas.

Las llamadas narcominas cumplieron con dicho objetivo, pero también, estallaron y quitaron la vida a campesinos cuando transitaban los caminos hacia sus lugares de trabajo.

El fenómeno de “campos minados” en el estado comenzó en cuatro demarcaciones donde las propias autoridades confirmaron explosivos: Aguililla Tepalcatepec, Coalcomán y Buenavista Tomatlán.

La primera mina detonó el 31 de enero de 2022, al paso de un vehículo blindado que patrulla caminos rurales en el poblado de Loma Blanca, en el municipio de Tepalcatepec -colindante con Aguililla-, donde seis soldados resultaron heridos.

El segundo artefacto mató a un campesino e hirió a otro al explotar al contacto con una camioneta, en la localidad de El Callejón, también en Aguililla.

Los hechos generaron que escuadrones especializados en la detección y desactivación de minas llegaran a los municipios de Tierra Caliente y patrullaran junto a convoyes militares.

Entre enero y febrero de dicho año las autoridades desmantelaron 250 explosivos tipo mina y decomisado cargas de C4 que se han llegado a emplear, junto con drones como mecanismo de ataque entre grupos delincuenciales.

Las imágenes de los ingenieros especialistas en explosivos vistiendo trajes de protección especiales para campos minados causaron revuelo y preocupación en las redes sociales, en donde se comparó el escenario con el de países de Medio Oriente en condición de guerra. 

De acuerdo con información de ese año de las áreas de seguridad estatal y federal en los municipios de Tierra Caliente operan varias organizaciones criminales que se disputan a sangre y fuego el control de actividades como la producción y tráfico de marihuana, metanfetamina, heroína y, cocaína. También son responsables de un sinnúmero de extorsiones, secuestros, robo de vehículos y ataques a la población civil.

Para los primero días de abril del mismo año sumaban 500 minas antipersona desactivadas en la región.

DESCANSARON UNOS MESES

Los meses de febrero y marzo de 2024 volvieron a trascender casos de explosiones con muertes de civiles y soldados.

El 29 de febrero de este año el personal de la 43 Zona Militar fue emboscado con narcodrones y narcominas en el municipio de Tepalcatepec por presuntos integrantes de un cártel delictivo, lo cual dejó como saldo al menos 4 muertos y varios heridos.

Tras el hecho el entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, lamentó la muerte de los uniformados y detalló que los elementos castrenses se enteraron de un campamento, fueron ahí, hasta donde pudieron llegar lo hicieron en vehículos, luego caminaron, pero de regreso ya no tomaron el mismo camino, sino otro, y ahí en la maleza había una trampa, un explosivo, y venían juntos, y por esa explosión ahí mismo falleció un militar y luego heridos los atendieron, pero no pudieron salvarlos.

Otro caso ocurrió el 5 de marzo también de este año, cuando tres campesinos fallecieron a consecuencia de la explosión de una narcomina en la ranchería El Tabanero, ubicada en el municipio de Tumbiscatío,

Ante los dos hechos Adrián López Solís, fiscal de Michoacán dijo que por medio de actos de excesiva violencia contra grupos rivales y contra las autoridades, los cuales también perjudican a la misma ciudadanía inocente, los cárteles buscan tener el control del territorio y someter a sus pobladores.

"Qué es lo que está sucediendo en este tipo de casos: se identifica la presencia de grupos criminales que están disputándose el espacio geográfico entre rivales con fines de lograr el sometimiento de la población y el control del territorio para la realización de sus actividades delictivas, relacionadas principalmente con la producción, la distribución y la comercialización de sustancias adictivas", detalló el abogado del estado.

CUATRO SOLDADOS MUEREN EN DICIEBRE 2024

En lo que va de este mes de diciembre van cuatro soldados fallecidos por explosión de minas, dos en Cotija y dos en Buenavista.

La noche de ayer martes 17 de diciembre, mientras personal castrense realizaba labores operativas en la localidad de Paredes del Ahogado, ocurrió la explosión. Y señalan que habría más minas escondidas.

Este evento se suma al que tuvo lugar en un sitio al sur de Cotija, donde los soldados fueron alertados de un campamento con personal armado. Sin embargo, cuando se desplegó personal militar, llegaron a un área bloqueada con troncos, por lo que los militares continuaron a pie, detectando en un primer momento tres cuerpos desmembrados.

Pero cuando rodearon el área para efectuar reconocimientos, ocurrió la explosión, privando a la vida a dos integrantes del Ejército Mexicano e hiriendo a cinco más

PASOS PARA BARRER CAMPOS MINADOS

En la cobertura noticiosa los elementos explicaron el paso a paso del proceso que se sigue, para evitar que estos aparatos maten o lesiones a civiles inocentes.

Primeramente, cuatro oficiales pie tierra van buscando algún indicio que alerté sobre la presencia de alguna amenaza enterrada. Normalmente se trata de cables que sobresalen de entre el terreno y van conectados a una fuente de energía que, puede ser una batería o algún radio y delatan en un primer momento la presencia de alguna mina “artesanal”.

En caso de que sea descubierta alguna de las “minas”, de inmediato se asegura la zona y se procede a “peinarla” con un detector de metales, que permite confirmar o descartar cualquier riesgo.

En cuanto el detector emite señales de alerta, el perímetro se amplia y se restringe el paso por seguridad de los propios soldados, al tiempo que el especialista en desactivación, se instala el traje de blindado (con un peso de 55 kilos), para poder acercarse con la protección adecuada.

Posteriormente, y de forma muy cautelosa el elemento se aproxima al probable sitio donde se ubica la mina y realiza una minuciosa revisión del área, procurando determinar el tipo de artefacto y la ubicación de la fuente de energía.

Enseguida, el experto en explosivos desactiva el aparato para evitar que detone y minutos después de forma controlada es destruido, eliminando así cualquier riesgo para los uniformados o civiles.